Esta Sierra es un lugar especial con un paisaje excepcional, conserva las características de todos los espacios naturales y habitados; conserva otro tiempo, otros olores, otros colores, una vegetación excepcional y algunas aldeas casi sin alterar. Se derriba lo nuevo y se conservan los gruesos muros de piedra sobre los que se construye una estructura de madera. Abajo los dormitorios y arriba el estar para mirar el espectáculo topográfico y de vegetación. Los muros de mampostería cobijan con su grosor a los dormitorios y la estructura de madera al estar, mostrándose ambas formas de hacer y construir donde no se tiene intención de esconder nada, sino que al contrario, todo se evidencia. La casa, con unas dimensiones mínimas, aprovecha al máximo cada rincón y dejan a la altura de su sección una generosidad y amplitud que se hace cómoda y que la dota de una cierta grandiosidad en su uso. Si bien la construcción recurre a los materiales tradicionales, la abstracción les dota de una nueva mirada con la rotundidad de los cambios de plano entre cubierta y fachadas.
Fotografías: Ángel Baltanás
