Esta casa quiere abrirse sobre los variados paisajes que desde el punto mas alto de la parcela pueden observarse. A partir de una serie de volúmenes separados y de la adaptación de la arquitectura tradicional con el terreno, se proyecta el espacio resultante entre cuatro volúmenes como espacio de vida, cuyas paredes dan continuidad a las fachadas y donde tan solo el cristal separa el exterior y el interior de la casa. Dependiendo del viento predominante o de la vista deseada, la casa se abre a los distintos paisajes donde su conexión y permeabilidad con el exterior es total. El gran volumen de madera oscura se convierte en cuatro volúmenes cuando los grandes planos de cristales se abren permitiendo así la prolongación sobre los diferentes planos de la casa. Para la construcción del edificio se utilizo un sistema de prefabricación, lo cual permitió entre otras cosas obtener la calificación A+ desde el punto de vista de eficiencia energética.
Fotografías: FG + SG architectural photography
