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La Casa Toblerone, realizada por el estudioMK27, nos sirve como herramienta para mostraros una de las tareas más importantes que debe cumplir un arquitecto: la de ser un buen comunicador. La comunicación es clave para un estudio de arquitectura, ya sea para transmitirle una idea a un cliente o para transmitir al mundo tu concepto de vida a través de diferentes espacios singulares.    En este caso el arquitecto Marcio Kogan explica uno de sus proyectos de vivienda unifamiliar a través de un vídeo “through the eyes of a cat”, donde el espectador vive la casa a través de los ojos del adorable gato de los propietarios.

El concepto básico de la casa se puede describir como un gesto claro y rotundo: una caja de madera delimitado por dos planos de hormigón elevada del suelo dejando la planta baja libre. En la planta baja se ubican las zonas comunes, mientras que la planta superior alberga los tres dormitorios, un estudio y un cine.

La estructura de la casa está resuelta con la misma simplicidad conceptual y programática: 14 pilares redondeados soportan los forjados superiores. La disposición de las puertas correderas de planta baja permiten que, cuando éstas están abiertas, se diluya el límite entre interior y exterior, quedando el salón-comedor completamente abierto a los jardines. E definitiva se puede decir que es una sobre pilotes, lo que nos recuerda a la estructura libre del manifiesto del sistema corbusiano de Domino.

En la planta superior el material protagonista es la madera, que a modo de brise-soleil, actúa como filtro solar para los dormitorios. Las puertas plegables de madera permiten una gran versatilidad a la hora de tamizar la luz, ventilar, permitir las vistas al jardín o por el contrario conseguir un carácter más íntimo en estos espacios. En planta baja se estudió la ventilación cruzada para permitir un buen confort térmico.