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Desde hace varios años Google Compare ofrece su ayuda a los clientes interesados en adquirir algún producto financiero. Propone una manera sencilla de comparar distintas opciones en una sola búsqueda, uniendo a las grandes empresas con las pequeñas en una lista que organiza diferentes productos según unos parámetros determinados. Desde ella los clientes pueden dirigirse directamente a la web de las empresas para hacerse con el producto. Sus servicios incluyen la valoración de seguros de coche, de viaje, hipotecas, préstamos autopromotores y tarjetas de crédito. Hasta la fecha estos servicios tan solo estaban disponibles en Reino Unido, pero parece que el mercado se les ha quedado pequeño, y han decidido empezar a expandirse a otros países.

A través de una herramienta intuitiva los clientes deben rellenar un cuestionario que consta de distintos apartados. En ellos introducirán la zona en la que viven, y aportarán información sobre sus posibilidades económicas y sobre los servicios financieros que desean. Una vez acabado el cuestionario, Google les ofrece la lista con las distintas opciones adaptadas a los parámetros solicitados por el cliente, proporcionando información valiosa y fácilmente entendible sobre los productos. Su punto fuerte es la oferta de información precisa a tiempo real sobre cada una de las opciones propuestas. Además de los datos concretos del producto, los clientes pueden obtener informes relevantes sobre las empresas o leer reseñas sobre ellas hechas por otros clientes.

Google Compare propone un cambio sustancial en el mercado de productos financieros, planteando a las compañías una adaptación de sus modelos de negocio a los nuevos tiempos del comercio digital. El gigante tecnológico recibe beneficios por parte de las empresas cada vez que un cliente toma decisiones basándose en sus recomendaciones. El sistema de pagos se basa en un modelo flexible de cost-per-acquisition, aunque los pagos de las empresas no son un factor que influya a la hora de aparecer más o menos favorecido en las listas. El cost-per-acquisition es un sistema que valora el coste generado por un usuario potencial. Tiene en cuenta a los clientes que acceden a una opción concreta a través de Google Compare y acaban inscribiéndose en las páginas de las distintas empresas, o bien haciéndose con un producto determinado.

Por el momento un gran número de compañías se muestra reticente a participar en Google Compare, alegando que el portal tan solo compara precios, y no quieren que se les valore tan solo por ese criterio. Las empresas también han mostrado su preocupación por que Google domine un portal de grandes dimensiones que pueda ser vital para la captación de clientes. Google se defiende afirmando que sus comparaciones no se basan solo en criterios económicos, sino que también incluyen factores demográficos que afectan a los productos para impedir que las compañías rebajen sus precios constantemente para obtener mejores puestos en sus listas. Sin embargo sus argumentos siguen sin convencer a muchos.

Su siguiente gran paso es el mercado inmobiliario. Google Compare ya ofrece en California una nueva función dedicada íntegramente a la compra de viviendas. Aportando tan solo el valor de la propiedad que buscan, el importe del salario que perciben y su historial crediticio, los clientes podrán tener a su alcance una amplia gama de ofertas para escoger una vivienda que encaje en sus deseos y posibilidades. De esta forma, cuando un usuario que quiera construirse una vivienda ponga en el conocido buscador “comparativa de préstamos para mi vivienda” o bien “mejores préstamos para mi vivienda”, él mismo pondrá observar rapidamente las condiciones ofertadas por cada entidad bancaria: número de certificaciones, porcentaje del préstamo respecto al valor de la vivienda y del suelo, intereses, etc. De este modo, se pretende agilizar el proceso así como informar al usuario de todas las opciones disponibles para su inversión inmobiliaria.