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La Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo lleva años premiando distintas categorías de obras arquitectónicas que destaquen por su calidad, y representen el diverso panorama de la profesión en España. Fomentando con ello el trabajo de jóvenes arquitectos, acciones innovadoras, y la transformación de ámbitos urbanos con criterios de sostenibilidad e integración.

A continuación os presentamos cuatro viviendas que han destacado en la edición de este año.

La primera de ellas la encontramos en Girona, diseñada por Elisabet Capdeferro y Ramon Bosch. La Casa Andamio consiste en la rehabilitación de una vivienda unifamiliar situada junto a una cala. La intervención propone ampliar la relación entre la casa y el entorno que la rodea, convirtiendo el edificio en un amplio porche cubierto y ventilado, pero sobre todo abierto al paisaje.

Sobre el volumen construido se incorpora un elemento ligero y flexible, capaz de matizar el contacto entre la vivienda y el enclave privilegiado en el que se sitúa. Gracias a él, se consigue incorporar la casa en el paisaje, y al mismo tiempo reforzar la presencia del mar y la naturaleza envolvente en su interior, proponiendo un filtro vegetal como único cerramiento.

Fotografías: Jose Hevia

La Casa Chao está ubicada en Corcubión, una villa de la Costa da Morte. Los arquitectos Juan Creus y Covadonga Carrasco pretendieron aportar una visión renovada del modo de construir, sin olvidar la propia identidad del lugar. Tomaron un planteamiento sencillo basado en las dimensiones de un espacio diáfano y la centralidad de accesos.

La piedra domina la planta baja, en continuidad con las fachadas de la calle tradicional, mientras que en las plantas superiores destaca la madera, recordando la construcción marinera. Reinventando de esta manera un nuevo espacio capaz de recoger el espíritu de la arquitectura popular sin renunciar a una expresión propia.

Fotografías: Hector Santos-Díez

El siguiente proyecto fue promovido desde la administración municipal, vinculado a una estrategia de renovación urbana, regeneración social e intervención en el patrimonio existente. El edificio de seis viviendas se sitúa en el norte del casco histórico de Pamplona, y es obra de Pereda Pérez Arquitectos.

Parten de la idea de dar continuidad a la memoria del lugar, reformulando desde la contemporaneidad lo cotidiano de su existencia. Concentran en el edificio las texturas propias de la zona, y emplean en él materiales tradicionales, generando paralelismos entre lo nuevo y lo preexistente sin negar sus nuevas trazas.

Fotografías: Pedro Pegenaute

La última de las viviendas está localizada en Granollers. Diseñada por H Arquitectes en una parcela con una extraña particularidad, la de ser llamativamente estrecha y excesivamente alargada. La construcción existente se encontraba en estado ruinoso, de ella solo se pudo conservar la fachada principal por su interés patrimonial.

La estrechez de las calles de acceso hacía muy difícil que la casa tuviera una buena captación solar a través de las fachadas de la calle, lo que sumado a las dificultades por conseguir privacidad, llevó a los arquitectos a crear unos patios de acceso que sirvieran de transición entre la calle y la casa. Gracias a estos espacios la casa puede ser percibida de punta a punta, sin espacios ocultos o residuales.

Fotografías: Adrià Goula