Tradición y elegancia se funden en esta vivienda malagueña de composición volumétrica clásica. La vivienda se concibe en sí como un juego de sensaciones, armonía y elegancia. Compacta compositivamente, la vivienda se desarrolla con un estilo clásico y refinado, completamente atemporal. En la fachada principal, sobre un paramento sencillo, sin más ornamento que un pequeño marco alrededor de las ventanas, un pequeño pórtico coronado un frontón nos conduce a un interior sorprendente. Un elegante vestíbulo con doble altura envuelto por una escalera que con un suave movimiento se curva para recibir al visitante y un delicado tratamiento de los materiales y elementos de decoración. Interiormente, tanto el mobiliario como el acabado de paredes y techos trabajan conjuntamente con armonía para conseguir un espacio clásico, lujoso y acogedor. Un interior que se expande completamente hacia el jardín. Una vivienda de dos plantas en el que salones y habitaciones se amplían a través de grandes terrazas y porches y se apropian del exterior, del jardín y las fabulosas vistas del entorno de Marbella.
