El proyecto se encuentra en el municipio de São Roque, en la isla de Pico (Azores) y se localiza en una parcela con fuerte pendiente quedando situada en unas antiguas ruinas construidas con basalto cuyo característico color, en contraste con el mar, predomina el contexto del proyecto. Desde el principio, a sus clientes les fascinó la idea de rehabilitar estas ruinas para poder llevar a cabo su nueva vivienda de periodo estival. La arquitectura preexistente se basaba, en su construcción original, en una estructura de planta baja destinada a animales, y una planta superior donde se desarrollaba el programa de la misma (habitaciones, cocina, sala de estar, etc.). Sin embargo, tanto el techo como el forjado se había derrumbado, siendo las paredes de basalto con sus aperturas, el elemento que rememoraba la antigua construcción. Los mismos, construidos de mampostería en seco, enfocaban el magnífico paisaje de un océano, a lo lejos, y de unas plantaciones de maíz, en sus proximidades. La ruina, se interpreta ahora como escenario para preservar el disfrute estético de una memoria histórica la cual se desvela bajo unos procesos de construcción autóctonos y un paisaje, con su naturaleza elemental y expresiva, trabajado por el hombre.
Fotografías: Paolo Catrica
