La obra comprende desde el planteamiento de una propuesta funcional adaptada a una usuaria que comienza una vida nueva, hasta la rehabilitación de la estructura, el aislamiento, las instalaciones y la actualización de los sistemas constructivos preexistentes. La estrategia adoptada libera la planta con el objetivo de conseguir la mayor flexibilidad posible. A esta organización básica se superponen 2 estrategias que proporcionan flexibilidad: Primero, los paneles móviles, integrados en el núcleo y que deslizan por unas guías. Gracias a los paneles se pueden desplegar diferentes distribuciones, como sacar una habitación extra para un invitado, separar la zona de cocina de la de estar o dejar la planta abierta para celebrar una fiesta. Segundo, las trampillas secretas, integradas en el techo de la planta de acceso, así como en el suelo del altillo, y que alojan el resto de las funciones domésticas como por ejemplo una parte del mobiliario (como la mesa y los bancos de picnic, un columpio, o la hamaca) o algunas funciones y objetos complementarios (como la bola de discoteca, los ventiladores para refrescarse en la hamaca o una estantería extra para la habitación de invitados).
Fotografías: Miguel de Gúzman