Los requerimientos para el proyecto venían desde el programa de necesidades, entendiendo y compartiendo lo que tenía que ser la vivienda de los clientes. Una de las ideas generadoras se basaba en cerrar la vivienda hacia los árboles y abrirse hacia la vista de la playa. Se intentaba que esa relación con los árboles se concentrase en el momento de entrar en la vivienda y por supuesto en el uso de la parcela. De esta forma la vegetación encontrada y salvada hace el resto, sabiendo ser el acompañamiento perfecto al transito del camino y el perfecto contrapunto a la brusquedad de los volúmenes. Volúmenes que forman la composición de la vivienda mediante la disposición sobre el muro pétreo de un volumen limpio, que se acristala hacia el sur y hacia las vistas del mar, mientras que en las otras orientaciones se cierra totalmente con excepción de tres pequeñas ventanas de pizarra ventanas permitiendo pequeñas aberturas que enmarcan el verde desde el interior.
