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Las plantas de interior generan ambientes vistosos y agradables, pero sus ventajas van mucho más allá de cuestiones estéticas. La evapotranspiración que llevan a cabo sus procesos naturales reduce la temperatura ambiente y regenera el aire que respiramos al absorber diversas sustancias contaminantes. La NASA publicó en su día un estudio en el que detalla cuáles son las más beneficiosas para tener en las casas.

El Poto es una planta muy fácil de conseguir y mantener, quizá por ello su uso está muy extendido en la decoración de interiores. Su gran resistencia hace que no requiera grandes cuidados y que se adapte fácilmente a distintas temperaturas. Absorbe el formaldehído, xileno y benceno.

Otra planta muy popular que entra en la lista de la NASA es la Sansevieria trifasciata, también conocida como Lengua de suegra. En exteriores, toleran temperaturas cercanas a los 40º de máxima y -5º de mínima, así que en interiores, sus características son más formidables. A su vez, se trata de una especie purificadora del aire, eliminando tóxicos como el bencino y el formaldehído.

La Palmera de bambú es la más adecuada para estancias altas porque llega a alcanzar los tres metros de altura. En nuestros hogares, esta planta se encarga de reducir el formaldehído y benceno, compuestos orgánicos volátiles perjudiciales para la salud.

La conocida como vela del viento o flor de muerto, el Espatifilo, es una de las más eficaces. Necesita una temperatura superior a los 18º para sobrevivir, pero puede hacerlo con poca luz y agua. Además, es una planta que da flor año tras año y se puede transplantar facilmente.

El Ficus Elastica, también conocida como el árbol de caucho, es la último de la lista. El rápido crecimiento que tiene debe tenerse en cuenta a la hora de prever el espacio que se le dejará. Su elevado índice de transpiración ayuda a mantener en equilibrio la temperatura del ambiente. Como curiosidad, apuntar que el latex que produce se utiliza por la industra para la fabricación de chicles.