Anclado en el paisaje, esta casa de playa se mimetiza con la topografía natural de la costa de Kuwait. Un muro pétreo de precisas aberturas, en el que se ubica la pastilla de servicios que protege a la casa del contacto con el desierto. Al Norte la casa se abre buscando el mar, y consiguiendo una mayor eficiencia energética. La privacidad como gradiente del paisaje. Desde la entrada se percibe de un modo sutil la presencia del mar, mientras se desciende por la topografía tallada en el exterior de la casa. Sólo desde el nivel más bajo, donde la casa cristaliza entre el paisaje y el mar, se puede admirar el horizonte. Desde la fase conceptual, el cliente planeó la construcción de tres viviendas independientes orientadas al mar. Un planteamiento más realista y temporal llevó a la construcción de dos pequeñas casas de invitados junto a una gran vivienda nodriza y un “refugio” para barcos. El extenso programa, con numerosas habitaciones privadas, habitaciones de invitados, áreas de descanso y reunión, así como sus posibles desarrollos, definieron las geometrías que marcan las trazas para futuras extensiones.
Fotografías: Nelson Garrido